sábado, 7 de abril de 2012

Nosotros los optimistas

Sí, dijo el hombre y entonces todo se perdió en tenues esperanzas. Se crearon las historias del Bing Bang, de Adán y Eva y de proféticas gestaciones. Los dañados atardeceres ya no podían frente a los prometedores amaneceres. Nadie quería pensar en el después, en la ceniza que caería en cada anochecer...Pero no, yo tampoco les hablaré de la sublimación que podría traernos un eterno final. Tómese esto como un casto inicio y el resto, déjelo para después.

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