Te doy la mentira –dijiste-
para que realices el mundo
y olvides el lenguaje de los sueños.
Para que no te alcance la locura
de las esperanzas vanas
y camines mi compañía sin la sabiduría de tu mirar.
Te doy la mentira –dijiste-
para que respondas lo que no imaginas
y por la noche veas solamente oscuridad.
Para que no me sientas hoy
como me sentirás mañana
y pienses en el siempre y el jamás; en el futuro de la
soledad.
Te doy la mentira –dijiste-
para que creas en eso que llaman amor.
Cuando castamente yo solo quería conocer de tus ojos el
color.