viernes, 20 de abril de 2012

¿Dónde estás Mario?


Hubo lluvia. Dos bandas abridoras y miedo de perderme; de que empezaran a tocar y no estuviéramos juntos. 
Other Lives nos puso en sintonía relajada, casi etérea. Cuando terminaron fui por cerveza y de regreso la masa se hizo para adelante; se abrió un hueco, la lluvia arreció y no logré regresar al lugar donde me esperaba. Caribou electrizó el ambiente y los ánimos se elevaron a pesar de que no lo encontraba. Él guardaba mi impermeable en alguno de sus bolsillos, así que fui de los que más se mojó (con la lluvia). Pensé en la mala idea que fue dejar los celulares en el hotel. Antes de que Radiohead empezara a tocar me moví, lo re-encontré y esperamos. Me sentí aliviado de reconocer su cara en medio de la multitud, de reconocer su presencia casi como un niño redescubre el confort de su escondite favorito. A las diez de la noche los sonidos radiohedianos se distendieron entre gritos e histeria y me llegaron cargados de colores, de evocaciones e instancias de toda la vida. Set list no apto para fans villamelones. Cada canción un posible desasosiego, un temblor (ahora que están de moda), un derrumbe, un levantón, un recuerdo, una mordida del futuro hasta llegar de nuevo al silencio. Me fallan los sentidos para relatarlo a detalle mas no la memoria y el recuerdo es para mi, para él y para otros 25 mil algo que supera, supongo, lo imaginado. Tocaron mi favorita y el camino de regreso ya no fue el mismo. Tampoco el que me lleva hacia otro lado.   

sábado, 7 de abril de 2012

Nosotros los optimistas

Sí, dijo el hombre y entonces todo se perdió en tenues esperanzas. Se crearon las historias del Bing Bang, de Adán y Eva y de proféticas gestaciones. Los dañados atardeceres ya no podían frente a los prometedores amaneceres. Nadie quería pensar en el después, en la ceniza que caería en cada anochecer...Pero no, yo tampoco les hablaré de la sublimación que podría traernos un eterno final. Tómese esto como un casto inicio y el resto, déjelo para después.