lunes, 7 de enero de 2013

Lunes otra vez


El tiempo
se muerde la cola
gira con sentido
supuestamente
progresivo
y la velocidad
que tomamos
que nos arrastra
estriba en un deseo    
interior y renovable
semejante a medicina
semejante a un espejismo
semejante a frenesí.

Ciega
la rutina carcome
a veces mata
como una maldición
olvidada que
cuando la valoramos
ya no nos sorprende
como un eterno día
en que amanece la lluvia
en medio del desierto
y no atinamos a reconocer
que es lunes otra vez.


miércoles, 2 de enero de 2013


No acostumbro hablar (mucho) sobre los libros que leo y menos tratar de hacer una critica a los mismos pero esta vez hablaré sobre el último que leí en el 2012 porque, entre otras cosas, me dejó muy satisfecho. Puede que lo haga también como reacción ante el inicio de este nuevo año, no como propósito ni esas mamadas, sino nada más por hacer algo. Bien, se trata de La breve y maravillosa vida de Óscar Wao (Mondadori, 2008), de Junot Díaz, escritor dominicano que recibió el premio Pulitzer y otros reconocimientos por dicha novela.

                La historia es una crónica sobre la vida del protagonista y su familia en varias etapas temporales pero bajo una constante: una maldición familiar llamada “fukú” que trae consigo la desgracia. Bajo esta premisa la vida de Oscar Wao es una continua lucha por adaptarse, aunque no con suficiente convicción, y conseguir la felicidad materializada, entre otras, en la figura de alguna mujer y ser un gran escritor de ciencia ficción. Este “fukú” tiene que ver mucho con el amor pues a través de las diversas voces narrativas se presentan las historias amorosas de Beli, la madre del joven; de Lola, su hermana y del propio Oscar como hechos repetitivos. Además del amor, esta maldición parece estar anclada en el contexto familiar por la historia latinoamericana y la persecución de un pasado atroz que nació y aumentó con el trujillato.

                La dictadura que vivió la República Dominicana a manos de Trujillo es uno de los escenarios donde transcurre la novela (el otro es EUA, lugar donde el gran sueño americano adquiere una perspectiva singular para un joven como Oscar) y muestra la situación política y social de aquel país en los años de la tiranía mencionada no como lo hace Vargas Llosa en su Fiesta del Chivo sino de una manera más ágil y, aunque el sinsabor está siempre presente, existen momentos en que la historia adquiere tintes cómicos que hacen de la lectura algo completamente disfrutable. 
      
La técnica narrativa, las referencias “frikis”, el lenguaje y la historia en sí hacen de La breve y maravillosa vida de Óscar Wao una novela estupenda  y encumbran al protagonista como un héroe inusual que, por medio de situaciones humillantes y hasta ridículas, lo llevan a un nivel de nobleza tal que, como el final de su libro, sólo es posible compáralo con la belleza.