De alguna manera,
toda vida narrada es ejemplar; se escribe para atacar o defender un sistema del
mundo, para definir un método que nos es propio. Y no es menos cierto que por
la idealización o la destrucción deliberadas, por el detalle exagerado o prudentemente
omitido, se descalifica casi toda biografía: el hombre así construido sustituye
al hombre comprendido. No perder nunca de vista el diagrama de una vida humana,
que no se compone, por más que se diga, de una horizontal y de dos
perpendiculares, sino más bien de tres líneas sinuosas, perdidas hacia el
infinito, constantemente próximas y divergentes: lo que un hombre ha creído
ser, lo que ha querido ser y lo que fue.
-Marguerite Yourcenar
No hay comentarios:
Publicar un comentario