No acostumbro
hablar (mucho) sobre los libros que leo y menos tratar de hacer una critica a
los mismos pero esta vez hablaré sobre el último que leí en el 2012 porque,
entre otras cosas, me dejó muy satisfecho. Puede que lo haga también como reacción
ante el inicio de este nuevo año, no como propósito ni esas mamadas, sino nada
más por hacer algo. Bien, se trata de La breve y maravillosa vida de Óscar Wao (Mondadori, 2008), de Junot Díaz, escritor dominicano que recibió el premio Pulitzer y otros reconocimientos por dicha novela.

La dictadura que vivió la República
Dominicana a manos de Trujillo es uno de los escenarios donde transcurre la
novela (el otro es EUA, lugar donde el gran sueño americano adquiere una
perspectiva singular para un joven como Oscar) y muestra la situación política y
social de aquel país en los años de la tiranía mencionada no como lo hace
Vargas Llosa en su Fiesta del Chivo sino
de una manera más ágil y, aunque el sinsabor está siempre presente, existen
momentos en que la historia adquiere tintes cómicos que hacen de la lectura
algo completamente disfrutable.
La técnica narrativa, las referencias “frikis”, el lenguaje y la
historia en sí hacen de La breve y maravillosa vida de Óscar Wao una novela estupenda y encumbran al protagonista como un héroe
inusual que, por medio de situaciones humillantes y hasta ridículas, lo llevan
a un nivel de nobleza tal que, como el final de su libro, sólo es posible compáralo con la belleza.
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